Todos los procedimientos mencionados pueden hacerse por métodos de mínima invasión
La cirugía de vesícula, o colecistectomía, es el procedimiento indicado para remover la vesícula biliar cuando existen cálculos o inflamación (colecistitis). Se realiza comúnmente por laparoscopía, lo que permite una recuperación más rápida, con menor dolor y cicatrices mínimas. Es una cirugía segura y efectiva que mejora notablemente la calidad de vida del paciente.
Las hernias se producen cuando una parte del tejido interno sobresale a través de un punto débil en la pared muscular. Su corrección mediante cirugía evita complicaciones y mejora el bienestar del paciente. Hernia inguinal: Es la más frecuente y ocurre en la zona de la ingle. La cirugía refuerza la pared abdominal para evitar que el contenido abdominal sobresalga. Hernia umbilical: Se presenta en la región del ombligo y es común tanto en niños como en adultos. La corrección quirúrgica es sencilla y muy efectiva. Hernia de pared abdominal: También conocidas como eventraciones, suelen aparecer en zonas debilitadas por cirugías previas. Su reparación requiere técnica precisa y materiales de refuerzo como mallas.
La apendicectomía es la cirugía para remover el apéndice cuando se inflama (apendicitis). Es una urgencia médica que se trata de forma segura mediante cirugía laparoscópica o abierta. Su pronta atención evita complicaciones como la perforación o peritonitis.
Este tipo de cirugía abarca intervenciones en el esófago, estómago, intestinos y colon. Se realizan para tratar enfermedades como diverticulitis, pólipos, obstrucciones intestinales, enfermedades inflamatorias o cáncer. Cada procedimiento se adapta a las necesidades específicas del paciente, priorizando técnicas mínimamente invasivas cuando es posible.
Cuando el reflujo ácido es persistente y no mejora con tratamiento médico, la cirugía antirreflujo (funduplicatura) puede ser la mejor opción. Este procedimiento fortalece la unión entre el esófago y el estómago, reduciendo el ardor, el dolor y las molestias digestivas. Mejora significativamente la calidad de vida en pacientes con reflujo severo.
La cirugía para extirpar tumores de piel y tejidos blandos se realiza con el objetivo de eliminar lesiones benignas o malignas. Se cuida tanto la seguridad oncológica como el resultado estético. Es fundamental contar con diagnóstico oportuno y una valoración quirúrgica adecuada para garantizar un tratamiento efectivo y personalizado.
Los presupuestos dependen del tipo de cirugía y el hospital o clínica donde se realice.
¡Encontramos la mejor opción para ti!